Las autoridades tuvieron que bloquear el aeródromo Wright-Patterson (WPAFB, por sus siglas en inglés) para revisar la base e investigar la situación el jueves por la noche.
“Aproximadamente a las 21:25, hora local, [01:25 del viernes GMT], los servicios de emergencia respondieron a la información sobre un tirador activo en el Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial en el Área A de la WPAFB. Actualmente, las fuerzas de seguridad están revisando el edificio. La base está cerrada. Se proporcionará más información cuando esté disponible”, publicó en Twitter el Ala 88 de la base aérea.
En otro tuit, el cuerpo armado aseguró que todos sus empleados civiles y militares “están capacitados para evaluar rápidamente la situación y tomar las medidas adecuadas”, mientras puntualizó que su prioridad era proteger a su personal.
Tras revisar el edificio de tres pisos, el Ala 88 de la base aérea dijo que “el peligro ha terminado”, por lo que reabrió la instalación, que se encuentra al este de la ciudad de Dayton.
ALL CLEAR. Wright-Patterson Air Force Base have given the All Clear. Lockdown has been lifted. When more information is available we will share it here.
— 88th Air Base Wing (@WrightPattAFB) September 10, 2021
Aunque el cuerpo armado aún no ha reportado de posibles víctimas mortales u heridos, el incidente se suma a un sinnúmero de casos de violencia armada que ocurren a diario en Estados Unidos, un país de 330 millones de habitantes y casi 400 millones de armas en manos de civiles.
Pese a que la violencia armada es común en EE.UU., los tiroteos en sus instalaciones militares son menos frecuentes. En 2016, el Pentágono flexibilizó las reglas sobre el porte de armas de fuego por parte de la tropa en edificios gubernamentales, en respuesta a una serie de ataques mortales contra el personal uniformado.
Militares en ciertas funciones pueden llevar armas, pero con las nuevas reglas, se permite a los comandantes a autorizar el porte de armas de puño de propiedad privada.
Las armas en EE.UU. se cobraron en 2020, en plena pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, casi 20 000 vidas, sin contar la cifra de suicidios.
Aun con los reclamos al Gobierno para prohibir el libre porte de armas, Estados Unidos, país con más armas entre civiles, parece incapaz de controlar la violencia armada que se ha convertido en “una epidemia”, en palabras de su propio presidente, Joe Biden.
ftm/ctl/mkh