De acuerdo con un informe del diario estadounidense The New York Times, publicado el miércoles, el Departamento de Justicia de EE.UU. notificó a los fiscales federales que pueden investigar las sospechas de fraude electoral antes de que se realice el escrutinio de las elecciones presidenciales 2020.
El rotativo neoyorquino, que cita un memorando a su disposición, señala que dicha medida, en particular, permite interrogar a testigos, pues según añade en su reporte, el documento del Departamento de Justicia crea “una excepción a la política general de no interferencia con las elecciones” por sospechas de fraude electoral, concretamente en relación a la mala conducta por parte de los trabajadores del Gobierno federal, incluidos los trabajadores postales o los empleados militares; ambos grupos transportan boletas por correo, añade el periódico.
De este modo, prosigue el texto informativo, la excepción permite a los fiscales que en el marco de sus pesquisas puedan interrogar a testigos, ya que previamente a la referida autorización expedida, tal práctica estaba fuera de los límites de las líneas de investigación hasta después de que se certificaran los resultados de las elecciones.
En línea con este permiso judicial, el medio metropolitano anota que el fiscal estadounidense en Nueva Jersey, Craig Carpenito, ordenó el miércoles el arresto de un trabajador postal sospechoso de haber desechado decenas de sufragios electorales enviados por correo, que fueron encontrados y devueltos al sistema postal de EE.UU.
La pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, dio lugar a un número sin precedentes de solicitudes de votación por correo con el fin de evitar el riesgo de contagio en los colegios electorales, y algunos estados han declarado ese sistema como obligatorio.
De hecho, se prevé que unos 150 millones de estadounidenses hagan uso de esta modalidad para emitir su voto. Hasta el momento, más de 3,8 millones de ciudadanos con derecho al sufragio ya han votado, lo que supera con creces el ritmo de 75 000 sufragios anticipados en este periodo en 2016, de acuerdo al Proyecto Elecciones de Estados Unidos, que compila datos electorales.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha venido repitiendo en varias ocasiones su preocupación por que esa forma de voto pueda ofrecer oportunidades para falsificar el resultado de las elecciones. Siendo esta una observación por parte de quién pertenece a la más alta jerarquía institucional del país norteamericano ha suscitado un rechazo generalizado entre muchos expertos que sostienen que se trata de narrativa falsa que podría potencialmente socavar la fe de los estadounidenses en su proceso democrático de las elecciones presidenciales.
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