El jefe de política de seguridad cibernética de Facebook, Nathaniel Gleicher, declaró el sábado que la red social más grande del mundo comenzará a marcar a los medios extranjeros “controlados por el Estado” porque “creemos que las personas deberían saber si leen noticias de una publicación, posiblemente bajo la influencia gubernamental”.
La decisión de la plataforma social se produjo después de que estos medios en cuestión publicaron artículos y vídeos de las protestas estadounidenses generalizadas contra la violencia policial y el racismo sistémico en EE.UU. tras la impactante muerte de George Floyd, un hombre afroamericano desarmado a manos de un oficial blanco en Mineápolis, Minesota.
“Si determinamos que existen suficientes protecciones para garantizar la independencia editorial, no aplicaremos esta etiqueta”, subrayó al mismo tiempo la plataforma.
Facebook también ha dicho que tomó esta decisión para evitar la interferencia extranjera en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo mes de noviembre; eso después de que la plataforma fuera criticada por negarse a etiquetar las publicaciones recientes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que muchas personas argumentan que fomentan la violencia contra los manifestantes que salieron a las calles para condenar y protestar por la muerte de George Floyd.
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, se ha defendido en repetidas ocasiones, afirmando que no era responsabilidad de su empresa el discurso político de la policía.
Parece que Facebook ha etiquetado a los medios de comunicación iraníes, chinos y rusos bajo la presión del Gobierno de Estados Unidos, que ha convertido las sanciones en un arma para las elecciones.
No obstante, el gigante tecnológico no etiquetó a ninguna organización con sede en EE.UU., ya que la compañía cree que los medios financiados por el Gobierno estadounidense logran conservar la independencia editorial. Tampoco a la británica BBC, financiada en parte por el Ministerio de Exteriores del Reino Unido; ni el canal Al Jazeera, financiado desde Catar; ni la alemana Deutsche Welle (DW); o la francesa AFP o Radio y Televisión Española (RTVE).
Esta no es la primera vez que Facebook apunta a los medios de comunicación. En 2018, el gigante de las redes sociales cerró cientos de cuentas supuestamente vinculadas a Irán y Rusia so pretexto de combatir lo que llama campañas de “desinformación”.
Twitter y YouTube también han realizado prohibiciones específicas dirigidas a cuentas presuntamente vinculadas a países que son críticos de las políticas de los gobiernos occidentales, como las cuentas en Irán, Rusia y Venezuela.
Estados Unidos tiene un historial de pedir a las compañías de redes sociales Facebook, Instagram y Twitter que bloqueen las cuentas iraníes en particular, como parte de su llamada campaña de “máxima presión” contra la República Islámica.
En diciembre del año pasado, Google atacó a las emisoras iraníes Press TV e HispanTV, bloqueando el acceso a sus cuentas oficiales de YouTube sin previo aviso, pues considera que los medios de comunicación iraníes son peligrosos, hostiles y subversivos para su agenda hegemónica militar y económica mundial.
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