Los aspirantes demócratas a la Casa Blanca quemaron sus últimos cartuchos el domingo en Iowa (centro-oeste), intentando convencer a los indecisos, a un día de las votaciones en ese estado, que abren oficialmente la carrera por las presidenciales en Estados Unidos.
Bernie Sanders, quien es visto cada vez más como el candidato en ascenso, instó a la multitud a imaginarlo en la Casa Blanca. Prometió luchar contra la desigualdad y el racismo que el presidente Donald Trump está institucionalizando en el país.
El exvicepresidente y el segundo aspirante favorito Joe Biden enfatizó que Trump está “preocupado” por su nominación porque sabe que vencerá.
Por su parte, la senadora y candidata presidencial demócrata, Elizabeth Warren, insistió en ser el azote incorruptible de los ricos.
Iowa es el estado que da inicio al complejo proceso de nominación desde 1972 y, en las últimas cuatro primarias, el vencedor de esta primera prueba ha terminado haciéndose con la candidatura demócrata al final del proceso.
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