El presidente de EE.UU., Donald Trump, en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo polaco, Andrzej Duda, ha anunciado este miércoles que enviará “alrededor de 1000 soldados” más a Polonia para reforzar la presencia militar en esa nación, pero ha aclarado que las discusiones al respecto no han finalizado.
Esas tropas, que se enviarían desde Alemania, según ha dicho Trump, se sumarían a las 4000 que EE.UU. ya tiene destinadas en territorio polaco como parte de un acuerdo alcanzado en 2016 con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El Gobierno polaco ha estado ansioso por aumentar la presencia estadounidense en su país y ha solicitado a Washington el despliegue permanente de una brigada del Ejército.
Hasta ahora, la presencia militar estadounidense en Polonia ha tenido un carácter rotatorio, y el Gobierno de Duda quiere convertirla en permanente mediante la construcción de una base militar, para disuadir a Rusia, a la que Varsovia está dispuesta a destinar hasta 2000 millones de dólares. Sería la primera sede militar estadounidense en un país excomunista.
Cuando Duda estuvo en Estados Unidos, en septiembre de 2018, propuso la construcción en Polonia de una gran base militar estadounidense bajo el nombre de “Fuerte Trump”. El mandatario polaco explicó que “aún no se ha tomado una decisión final” sobre esa base militar, pero ha asegurado que, de ser construida, será una “base fenomenal con muy buena ubicación” y tendrá unas “instalaciones magníficas”.
El Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono), por su parte, se ha mostrado reticente a la idea, subrayando, en particular, que los lugares propuestos por el Gobierno polaco no son lo suficientemente grandes como para permitir un entrenamiento adecuado de los soldados estadounidenses, especialmente los de artillería.
El inquilino de la Casa Blanca ha revelado también que el país europeo planea comprar 32 aviones de combate estadounidenses F-35.
El Ejército de Estados Unidos ha aumentado el número de sus tropas en varios países bálticos, como Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, en medio de una escalada de tensiones entre el Occidente y Rusia. Moscú, a su vez, ha denunciado sistemáticamente que el despliegue masivo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y sus aliados occidentales, así como las actividades cerca de sus fronteras, incluidas las marítimas, suponen una inadmisible amenaza directa a su seguridad nacional.
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