El incendio más mortal de la historia del estado de California, en el oeste de EE.UU., bautizado como “Camp Fire” cumple una semana, mientras se dispara a 631 la cifra de desaparecidos.
El balance de las víctimas mortales ha ido en aumento en las últimas veinticuatro horas, conforme a un anuncio del sheriff del condado de Butte, Kory Honea.
Los incendios continúan desde el 8 de noviembre en ese condado, situado en el norte del estado, y está contenido en un 40 %. Se propagaron con rapidez por los fuertes vientos, y en los últimos días han arrasado una superficie superior a los 982 kilómetros cuadrados y destruido casi 11000 estructuras, según el Departamento de Protección Forestal y Lucha contra Incendios de California.
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