Según un informe publicado el sábado por el diario estadounidense, en el primer semestre de 2015, al menos 125 ciudadanos estadounidenses, con algún tipo de discapacidad mental, han perdido la vida a manos de efectivos de la policía en todo el país.
La Policía no actúa de forma adecuada. No procede bien con una persona que sufre una discapacidad mental o que está en una crisis de salud mental (…) No sirve gritar (…) En la mayoría de los casos ellos oyen un constante ruido en su cabeza”, reza el texto del informe.
El informe se basa en un banco de información creado para todos los fallecidos a causa de la violencia policial, que incluye su estado de salud mental.
En virtud de ese documento, los investigadores intentan averiguar el papel que desempeña la crisis mental o emocional de las víctimas con la intención de la Policía estadounidense en acabar con su vida. El informe además critica los entrenamientos que reciben los agentes policiales.
“La Policía no actúa de forma adecuada. No procede bien con una persona que sufre una discapacidad mental o que está en una crisis de salud mental (…) No sirve gritar (…) En la mayoría de los casos ellos oyen un constante ruido en su cabeza”, reza el texto.
En 2013, se publicó un informe que reveló la muerte de 64 enfermos mentales a manos de la Policía estadounidense en lo que iba del año. 16 de ellos sufrían esquizofrenia, eran proclives a la violencia y evitaban tomar medicamentos, mientras que el resto acababa de haber sido dado de alta de los sanatorios donde se encontraba.
Un video inquietante publicado el pasado 10 de abril, mostró cómo un policía blanco mató a disparos a Lavall Hall, un afroamericano con discapacidad mental en el estado de Florida (sureste de Estados Unidos).

Y en pasado marzo, la familia de Jason Harrison, un hombre negro que padecía una enfermedad mental y esquizofrenia, publicó el video de los momentos que precedieron a los disparos que le costaron la vida en Dallas (Texas). La Policía local le mató por portar un pequeño destornillador.

El 7 de octubre de 2014, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, lamentó la persistencia del racismo en el país, afirmando que este caso se remonta a muchos siglos.
La sistemática discriminación y la violencia policial en Estados Unidos ha provocado protestas multitudinarias en Estados Unidos.
ask/ctl/rba