Alemania, por ejemplo, gasta solo el 1,19 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) en defensa, pero, aparentemente, ejerce su influencia cuando se trata del financiamiento directo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En 2017, Washington pagó 616 mil millones de dólares del total de 915 mil millones de dólares de los gastos militares de la OTAN. Desde su llegada al poder, el presidente estadounidense, Donald Trump, no ha parado de exigir a los aliados que contribuyan con su debida porción.
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