Desde su primer momento en el cargo, Trump dijo estar en contra de las intervenciones militares de su país en otros países, por considerar que cuestan mucho dinero. El martes, en una rueda de prensa en la Casa Blanca con los líderes de Estonia, Letonia y Lituania, en una cumbre sobre el Báltico, el mandatario reiteró su intención de retirar las tropas de Siria.
Trump dijo que consultará la decisión con los miembros de la coalición liderada por Washington, entre ellos Arabia Saudí, que pide la permanencia de fuerzas estadounidenses en territorio sirio. El mandatario norteamericano sugirió a Riad que financie los costos del despliegue.
Oficialmente, la presencia de tropas estadounidenses en Siria es para apoyar y asesorar a los combatientes que luchan contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), pero en Siria y Rusia aseguran que el objetivo no es Daesh, sino el Gobierno sirio. En este contexto, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha advertido de que Washington parece estar planeando quedarse en Siria por largo tiempo para desintegrar el país, con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
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