Según afirmó la Marina de EE.UU. en un comunicado emitido el viernes, un B-1B probó el miércoles con éxito un misil antibuque de largo alcance (LRASM, por su sigla inglesa) en el sur de California (oeste de EE.UU.), recogió el portal UPI.
El misil realizó maniobras bastante sofisticadas al tiempo que navegaba por su trayectoria de vuelo. Según la Marina, en el ensayo del miércoles se mostró un misil que utilizaba datos captados por un sensor multimodal emplazado en el misil que le permitía controlar su altitud mientras se acercaba a su blanco.
El LRASM es un misil de crucero furtivo que reemplazará a la actual arma antibuque, el misil Harpoon. El proyectil de más de 450 kilógramos desarrollado por la empresa aeronáutica y de defensa Lockheed Martin tiene varios objetivos, entre ellos rivalizar con el misil de crucero Tomahawk de Raytheon.
Navy completes first LRASM free flight from B-1B Lancer | NAVAIR https://t.co/1OFCdLm6Fg pic.twitter.com/AqmDXmdic3
— Pax Americana! (@Red_State_Rebel) August 18, 2017
En mayo, un caza F/A-18 Super Hornet efectuó el test de lanzamiento de un LRASM, pero la prueba efectuada por un avión de guerra más pesado, el B-1B, marcó un nuevo hito.
El arma “encaja con el reequilibrio de EE.UU. en la región de Asia y el Pacífico y puede resultar invaluable en cualquier conflicto marítimo mientras los adversarios de EE.UU. siguen dotando sus buques de sistemas de armas altamente avanzados”, había señalado el Servicio de Investigación del Congreso en un informe en 2014.
De acuerdo con dicho informe, el LRASM “proporciona un misil de crucero de largo alcance, convencional, aire-superficie, autónomo, guiado por precisión y capaz de atacar una variedad de objetivos fijos o móviles”.
La escalada militar estadounidense tiene lugar en medio de una elevada tensión con Corea del Norte, tras las últimas guerras dialécticas y amenazas de guerra cruzadas entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder de Pyongyang, Kim Jong-un.
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