“En virtud de la llamada prohibición de viaje revisada, Osama Bin Laden (fundador de Al-Qaeda), Abu Bakr al-Bagdadi (líder de Daesh), Hibatulá Ajundzada (líder de Talibán) y Ayman Mohamad al-Zawahiri (actual líder de Al-Qaeda) pueden solicitar una cita para un visado en una embajada de EE.UU. mientras que los niños refugiados sirios, los estudiantes de doctorado iraníes, los trabajadores humanitarios somalíes y sudaneses están prohibidos de solicitar un visado para viajar a EE.UU.”, puntualizó el miércoles el periódico estadounidense The Huffington Post.
Después de que la Justicia estadounidense frenara el controvertido intento del presidente estadounidense, Donald Trump, de prohibir la llegada de inmigrantes de Yemen, Sudán, Libia, Siria, Somalia, Irak e Irán al país, se emitió el pasado lunes una nueva orden ejecutiva que tiene como objetivo vetar durante 90 días el viaje a Estados Unidos de los inmigrantes procedentes de estos países, esta vez excluyendo a Irak.
En virtud de la llamada prohibición de viaje revisada, Osama Bin Laden (fundador de Al-Qaeda), Abu Bakr al-Bagdadi (líder de Daesh), Hibatulá Ajundzada (líder de Talibán) y Ayman Mohamad al-Zawahiri (actual líder de Al-Qaeda) pueden solicitar una cita para un visado en una embajada de EE.UU. mientras que los niños refugiados sirios, los estudiantes de doctorado iraníes, los trabajadores humanitarios somalíes y sudaneses están prohibidos de solicitar un visado para viajar a EE.UU.”, puntualizó el periódico estadounidense The Huffington Post.
El diario norteamericano subraya la ironía existente en este caso, recordando que el decreto fue difundido por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, cuando sus propios analistas le advirtieron que la ciudadanía es un “indicador poco fiable de amenazas terroristas”.
Según un informe del Departamento de Seguridad Nacional, de los 88 individuos que llevaron a cabo ataques terroristas dentro del suelo estadounidense desde 2011, más de la mitad nacieron en EE.UU. Los otros vinieron de 26 países diferentes.
El texto revoca que ni un solo atentado terrorista fue llevado a cabo por los refugiados desde la aprobación de la Ley de Refugiados de 1980. Además, añade que según un informe del Instituto Cato en septiembre de 2016, “de los 3.252.493 refugiados admitidos entre 1975 y finales de 2015, 20 eran terroristas, es decir 0.00062 por ciento del total”, y de esos veinte, “solo tres tuvieron éxito en sus ataques, matando a un total de tres personas” en los años setenta, y estos terroristas no eran de los países incluyentes en el decreto de Trump.
A continuación, el rotativo se refiere a los iraníes en EE.UU., calificándolos como “una comunidad modelo de inmigrantes en EE.UU.” y “la comunidad más exitosa en EE.UU.”, para después agregar que “un gran número de ellos son empresarios, médicos, abogados e ingenieros. Tienen altos cargos ejecutivos en algunas de las corporaciones más grandes, incluyendo Twitter, eBay, Expedia y Google”, entre otros.
Según rememora el periódico, cuando el fiscal general Jeff Sessions hizo alusión a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 como una justificación para la nueva prohibición de viajar, ignoró el hecho de que los iraníes conmemoraron a las víctimas con vigilia de velas en Teherán (capital persa) o el hecho de que el médico iraní, Michael Neeki, fue uno de los primeros médicos que se apresuró a llegar a la escena del ataque en San Bernardino para ayudar a los heridos.
Pero, “esto no es todo lo que la prohibición de viajar ignora”, remarca The Huffington Post, explicando que de los 19 atacantes del 11S, 15 eran de Arabia Saudí, dos de Emiratos Árabes Unidos (EAU), uno de Egipto y uno de El Líbano —ninguno de estos países están en la lista de Trump—.
Además, The Huffington Post recuerda que el responsable del ataque en San Bernardino (California) nació en EE.UU. en una familia paquistaní y su cómplice era de Arabia Saudí; los hermanos que perpetraron el ataque contra el maratón de Boston eran de Chechenia; y en el caso de los ataques de Orlando y Chelsea de Nueva York, sus autores tenían nacionalidades afganas. Tampoco los países de los que vinieron estos atacantes están incluidos en la lista.
El texto menciona el hecho de que Arabia Saudí y EAU, dos de los países cuyos ciudadanos son responsables del 11S, están llevando a cabo una campaña de bombardeos contra 4 países que figuran en la nueva orden de Trump: Siria, Libia, Yemen y Somalia. Washington apoya estas ofensivas y, de hecho, las alimenta con su material militar.
“Si Trump quiere prevenir el terrorismo, debe empezar por revisar el papel estratégico de EE.UU. y las relaciones con los socios árabes, en lugar de trucos publicitarios como la prohibición de viajar”, concluye.
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