“Para nosotros no está claro si el uso de esta base aérea ha cesado definitivamente”, manifestó el lunes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner, durante una rueda de prensa.
El 16 de agosto, los bombarderos estratégicos rusos Tupolev Tu-22M3 y Sujoi Su-34 usaron por primera vez la Base Aérea Noyé, en la ciudad iraní de Hamadán (oeste) con la finalidad de atacar objetivos de los grupos terroristas que operan en el país árabe en el marco de la cooperación mutua y estratégica con Teherán.
Para nosotros no está claro si el uso de esta base aérea ha cesado definitivamente”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner
A pesar de que los medios de comunicación y las declaraciones públicas de autoridades iraníes y rusas han informado del regreso de los cazabombarderos rusos de la referida base en el país persa, afirmó Toner, el Gobierno de Washington sigue teniendo las mismas preocupaciones, añadió.
Ayer lunes, el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, anunció ante la prensa que la aviación militar rusa, que participó en operaciones aéreas contra objetivos estratégicos de los terroristas en Sira, ha completado con éxito sus tareas y que todos los aviones rusos implicados en la misión están en el territorio ruso.
La Cancillería iraní, a su vez, aseguró la misma jornada que el uso de la base aérea iraní por el país euroasiático se realiza dentro del marco de las relaciones estratégicas con Moscú y “con autorización previa” y comunicó que las operaciones rusas desde el suelo iraní “se han suspendido en este momento”.
Toner también señaló que la cooperación Moscú-Teherán era parte de la situación “alarmante” en Siria, pero luego manifestó que no sabe si el Gobierno estadounidense recibirá informaciones sobre lo ocurrido y los bombarderos rusos en Irán o no.
“Estamos observando la situación muy de cerca, lo seguimos haciendo (…) vamos a seguir monitoreando de cerca” lo que está pasando, agregó el vocero estadounidense.
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