En su cuarto día consecutivo de protestas, los estudiantes pusieron obstáculos en la vía principal que da al recinto universitario. La Policía confirmó el bloqueo y las autoridades universitarias, por su parte, pidieron a los estudiantes y empleados que no acudieran al recinto educativo.
En esa jornada, los organizadores de la protesta aprovecharon para expresar su rechazo al anunciado aumento en la tasa de matrícula.
Estas manifestaciones universitarias empezaron el lunes como parte de una campaña nacional que llama a poner fin al uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y la militarización de las fuerzas policiales, además de demandar un sistema gratuito de educación pública.
La impunidad policial estadounidense a la hora de tratar a los sospechosos no armados que van por las calles se suma a los problemas económicos y educativos que sufren los ciudadanos; cuestiones que han desatado últimamente, las multitudinarias protestas a lo largo del país.
La mayoría de ciudades de EE. UU. ha sido en los últimos meses la escena de continuadas protestas contra la violencia y el racismo policial, donde los manifestantes reclamaron justicia para los afroamericanos Michael Brown (Ferguson) y Eric Garner (Nueva York), así como Ezell Ford y Omar Abrego (ambos de Los Ángeles) ultimados por agentes policiales en contextos no esclarecidos.
El miércoles, varios activistas y ciudadanos de San Luis (en Misuri, centro-este de EE.UU.) se congregaron frente a la Reserva Federal de esta ciudad para manifestar su repudio al “racismo económico”.
En los recientes casos, Ernesto Javier Canepa Díaz murió el pasado 27 de febrero, en Santa Ana, California, y el michoacano Antonio Zambrano Montes, que murió a tiros de los efectivos policiales el pasado 10 de febrero en Washington, capital de este país que alza la voz con mucha frecuencia y habla horas enteras de observar los derechos humanos.
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