"Hasta ahora, la gran mayoría de los ataques de Rusia han sido contra grupos de oposición legítimos. Para adherirse al acuerdo (sobre la tregua), es esencial que Rusia cambie de blancos", ha dicho Kerry en Múnich, en el sur de Alemania, donde se encuentra para asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, en inglés).
Desde el primer día de los ataques aéreos rusos, iniciados el 30 de septiembre de 2015, el Occidente acusa a Rusia de atacar a los que en su jerga llama “rebeldes”, pero que son, en realidad, grupos terroristas.
Hasta ahora, la gran mayoría de los ataques de Rusia han sido contra grupos de oposición legítimos. Para adherirse al acuerdo (sobre la tregua), es esencial que Rusia cambie de blancos", ha dicho Kerry en Múnich, en el sur de Alemania, donde se encuentra para asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, en inglés).
No obstante, las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, aun con todas estas presiones, siguen bombardeando a los grupos terroristas que operan en Siria y, hasta el momento, han posibilitado la recaptura de varias zonas que estaban bajo el control de grupos armados y bandas extremistas.
Contrariamente, la campaña aérea de la llamada coalición, que lidera precisamente EE.UU., contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ha dejado mayor número de víctimas entre los civiles que entre los propios extremistas.
Kerry, tras asegurar que la crisis siria se encuentra en un “momento fundamental” entre la guerra y la paz, insiste en que se cumpla el acuerdo de paz, que prevé el cese de las hostilidades en Siria en un plazo de siete días.
También llama a las partes involucradas en el conflicto sirio y a los países extranjeros que cooperen para acabar con la crisis, y recuerda que las decisiones que se tomen en los próximos días determinarán el destino de Siria en los próximos años.
“Si la comunidad internacional y los sirios pierden esta oportunidad para lograr la paz, en Siria habrá más violencia, derramamiento de sangre, tortura, atentados y dolor”, añade.

Desde 2011, Siria es blanco de ataques y atentados de grupos armados y terroristas que, de hecho, con el apoyo de países regionales y occidentales, tratan de derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
En los últimos días han aumentado las presiones y los esfuerzos de la comunidad internacional para acabar con el conflicto en Siria.
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