Se trató de un hecho sin precedentes, semanas atrás, cuando un artefacto explosivo detonó dentro de un vehículo en un cuartel policial del cantón fronterizo con Colombia, San Lorenzo.
Los entes de seguridad del Estado, tanto de Colombia como de Ecuador, atribuyeron el ataque a disidentes de la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por temas de narcotráfico, lo que fue corroborado por el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.
Se confirmó que un equipo de oficiales del FBI de Estados Unidos llegó para investigar el caso, y las primeras reacciones fueron políticas.
En un comunicado oficial, la embajada de Estados Unidos en Quito ha reiterado que ha comprometido su ayuda “de cualquier manera” al Ecuador para la investigación de este incidente, o cuando se lo solicite.
Robinson Robles, Quito.
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