Según ha anunciado este viernes la Oficina de Mercados de Gas y Electricidad (Ofgem, por sus siglas en inglés), del Reino Unido, el tope tarifario de la energía de los hogares en las tierras británicas aumentará un 80 % a partir de octubre, pasando de las actuales 1971 libras (unos 2325 dólares) que paga al año un hogar medio a 3549 libras (4180 dólares).
“El alza refleja la progresión continua de los precios mundiales al por mayor del gas, que empezó con los desconfinamientos después de la pandemia de COVID, y fueron llevados a niveles récord”, tras el inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania y el corte de suministro de gas ruso a Europa, subrayó Ofgem, enfatizando que “los precios podrían agravarse de forma considerable en 2023”.
Los expertos dicen que este límite, según las proyecciones más pesimistas, puede superar las 4000 libras (4730 dólares) en enero y hasta 6000 libras (7096 dólares) en primavera.
Ante tal situación, Ofgem ha instado al Gobierno británico a tomar medidas inmediatas para evitar una situación “dramática” en los hogares más modestos, que ya tienen que hacer frente a una inflación del 10 %.
Los países europeos se enfrentan a una crisis energética que empezó con la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y profundizó tras imponer sanciones contra Moscú por la operación militar que lanza en Ucrania. De hecho, los embargos, que tuvieron como finalidad debilitar la economía rusa, han tenido efecto bumerán.
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