El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) han comunicado este domingo que las actuales tensiones comerciales desatadas por “el agresivo proteccionismo” del presidente estadounidense, Donald Trump, amenazan la reforma del sistema comercial global.
“El enfoque actual en las tensiones comerciales amenaza con oscurecer los grandes beneficios posibles de una mayor reforma comercial. (...) Una mayor apertura promovería la competencia, incrementaría la productividad y subiría los estándares de vida”, han advertido las citadas entidades en un comunicado conjunto.
A mediados de septiembre, los líderes del comercio global alcanzaron en Argentina un inédito consenso en el marco del G20 para iniciar un proceso de reforma de la OMC, que en los últimos meses ha provocado fuertes diferencias en medio de las tensiones por la política proteccionista de Washington.
Este acuerdo vino precedido de las diferencias entre países como Estados Unidos y China, y bloques como la Unión Europea (UE), sobre cómo debe abordarse el cambio en la organización comercial.
En este sentido, el FMI, el BM y la OMC destacan la importancia de que los miembros de la organización de comercio tengan un enfoque “más flexible” para avanzar la reforma en cuestión.
“Además de las acciones para abrir las economías de manera unilateral, las reformas deben evolucionar a través de acuerdos totalmente multilaterales entre todos los miembros de la OMC”, subrayan.
El enfoque actual en las tensiones comerciales amenaza con oscurecer los grandes beneficios posibles de una mayor reforma comercial. (...) Una mayor apertura promovería la competencia, incrementaría la productividad y subiría los estándares de vida”, han advertido el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) en un comunicado conjunto.
Estados Unidos impuso el pasado 24 de septiembre aranceles del 10 %, por valor de 200 000 millones de dólares, a productos chinos, lo que supuso la tercera tanda de sanciones en el marco de la guerra comercial que libra con el gigante asiático.
La primera llegó en julio y significó unos gravámenes a importaciones chinas -la mayoría del sector tecnológico- por un importe de 34 000 millones de dólares, mientras que la segunda fue de 16 000 millones de dólares, al que Pekín respondió inmediatamente.
Al adoptar medidas paralelas, se dio inicio a una temida guerra comercial de la que hasta el momento no se han detectado efectos macroeconómicos relevantes, de acuerdo con las últimas proyecciones del FMI.
Sin embargo, predomina un estado de alerta entre las organizaciones económicas globales, tal y como demuestra el estudio presentado la jornada de hoy por el FMI, el BM y la OMC.
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