• Más de 2000 personas expresan su rechazo a las medidas de austeridad en Portugal
Publicada: sábado, 7 de marzo de 2015 22:56
Actualizada: domingo, 8 de marzo de 2015 3:25

Portugal vivió el sábado una jornada de manifestaciones contra las políticas de austeridad, en las que varios miles de personas reclamaron la dimisión del Gobierno de centro derecha, según informan los medios locales.

Los portugueses indignados califican de "empobrecimiento de la población" las medidas de ajuste.

Los manifestantes congregados en las principales ciudades del país, calificaron de "empobrecimiento de la población" las medidas de ajuste y gritaron consignas como "¡Basta de ladrones, queremos elecciones!" o "El desempleo en Portugal es una vergüenza nacional", también portaban pancartas contra "la precariedad y la explotación".

La marcha contra la política de derecha que ha provocado un gran número de desempleo además de "la pobreza y la exclusión social", fue convocada por la principal confederación sindical del país, la CGTP (Confederación General de Trabajadores de Portugal), en varias regiones lusas.

"Tras trabajar diez años en el ayuntamiento de Alcácer (sur), gano 532 euros al mes, con los que debemos vivir mi mujer y yo, y ayudar a mis cinco hijos", se quejó Manuel Soares, de 51 años.

Margarida Vilhena, una psicóloga de 36 años del sur de Lisboa (capital), a su vez, lamentó que tras haber finalizado sus estudios en cinco años gane "dos euros la hora".

A diferencia de las declaraciones electoralistas del gobierno, la situación no mejora en el país.

"A diferencia de las declaraciones electoralistas del gobierno, la situación no mejora en el país", denunció el secretario general de la CGTP, Arménio Carlos.

A menos de un año de las elecciones legislativas, Lisboa redujo un poco la política de austeridad, adoptada a cambio de un plan de ayuda internacional acordado en 2011, en sus presupuestos de 2015, pero sin abandonar su objetivo de reducir el déficit a menos del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB).

En este contexto, una polémica sacudió el país la semana pasada, cuando salió a la luz que el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, no pagó durante cinco años sus contribuciones a la Seguridad Social y abonó sus impuestos con retraso.

El jefe del Ejecutivo portugués afirmó sin embargo que se trataba de un olvido ya subsanado.

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