El ambiente es de clara indignación debido al comportamiento del gobierno con los trabajadores de la Función Pública.
En el paro, convocado por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), han participado los empleados de los hospitales, escuelas, centros de la seguridad social y tribunales, entre otros.
Como una señal de repudio al hartazgo de los funcionarios portugueses tras cuatro años de austeridad presupuestaria en el país, los huelguistas han colgado pancartas de protesta en las fachadas de los edificios públicos.
El secretario general de la CGTP, Arménio Carlos, ha manifestado que el 100 por ciento de los empleados en algunos sectores se han adherido a la paralización en los servicios nocturnos públicos.
“El ambiente es de clara indignación debido al comportamiento del gobierno con los trabajadores de la Función Pública”, ha aseverado Carlos, mientras estas medidas han tenido un impactante efecto en los trabajadores estatales, sobre todo.
Entre otros motivos para llevar a cabo esta huelga se debe indicar a los recortes salariales, el aumento del horario laboral (de 35 a 40 horas semanales) y la congelación de la progresión de las carreras.
Desde 2011, los salarios de los funcionarios se han reducido entre un 20 y un 25 %, se han suprimido 71.000 puestos, y las condiciones laborales de los propios trabajadores y de los centros de trabajo se han deteriorado considerablemente.
Las medidas de austeridad promovidas por el Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho han generado amplia insatisfacción de la población lusa y multitudinarias manifestaciones a posteriori.
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