El portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, reaccionó el jueves a las declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, quien pidió al reelegido presidente iraní, Hasan Rohani, poner fin a las pruebas de misiles del país persa.
“Tales comentarios carecen de validez, son infundados, erróneos y engañosos”, indicó el funcionario iraní enfatizando que el programa de misiles de Irán forma parte de la política de defensa de Ia República Islámica y es una medida disuasiva para garantizar la estabilidad y la seguridad de la región y la lucha contra el terrorismo.
“Seguimos este programa con mayor fuerza y seriedad y no permitimos que otros hagan comentarios sobre este asunto”, ratificó.
Qasemi criticó además las amenazas del ministro de Defensa saudí, Mohamad bin Salman, quien habló de un posible plan de guerra contra Irán y “convertir el país persa en un campo de batalla”.
“Algunos sueñan desde hace tiempo con poner en práctica tales deseos, pero se los llevarán a sus tumbas”, respondió.
Riad no puede establecer su seguridad comprando armas a Estados Unidos, indicó Qasemi en referencia a un contrato de venta de armas por un valor de 110 mil millones de dólares suscrito por Washington durante la visita del presidente de EE.UU., Donald Trump, a Riad.
Tales comentarios carecen de validez, son infundados, erróneos y engañosos”, indicó Bahram Qasemi, portavoz de la Cancillería de Irán.
El comandante de la División Aeroespacial del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), el general de brigada Amir Ali Hayizade, reveló el jueves que Irán ha construido su tercera fábrica subterránea para producción de misiles a fin de fortalecer su poder defensivo frente a las amenazas de seguridad que enfrenta.
Explicó, asimismo, que el “poder efectivo” de la industria de misiles de Irán es lo que ha llevado a los enemigos a oponerse a que Teherán obtenga este conocimiento.
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