• El comandante de la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el contralmirante Ali Fadavi.
Publicada: domingo, 24 de abril de 2016 22:34

Un alto comandante del CGRI ha subrayado que EE.UU. no está capacitado para atacar a Irán, incluso pese a más de 50 buques de guerra que mantiene desplegados en el Golfo Pérsico.

“Actualmente existen 63 naves en el Golfo Pérsico, incluidas 50 estadounidenses y otras 13 que pertenecen a aliados de Washington. No obstante, pese a todo ello” EE.UU. es incapaz de lanzar un ataque militar contra el país persa, ha señalado este domingo el comandante de la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el contralmirante Ali Fadavi.

EE.UU., ha recalcado, ya reconoce su incapacidad para agredir a Irán debido al gran poder disuasivo del país persa, y “eso significa que si cometen cualquier posible agresión contra Irán, lo que perderán es mucho más de lo que eventualmente alcanzarán”.

“Actualmente existen 63 naves en el Golfo Pérsico, incluidas 50 estadounidenses y otras 13 que pertenecen a aliados de Washington. No obstante, pese a todo ello” EE.UU. es incapaz de lanzar un ataque militar contra el país persa, ha señalado el comandante de la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el contralmirante Ali Fadavi.

El comandante Fadavi ha recordado que mientras ningún país se atreve a rechazar, “incluso verbalmente”, las políticas estadounidenses, la República Islámica actúa con plena autoridad en la región del Golfo Pérsico.

El destructor iraní de Yamaran, de fabricación nacional.

 

Ha afirmado que la hostilidad de los enemigos, encabezada por EE.UU., contra el país persa sigue aumentando aún después de 37 años de la victoria de la Revolución Islámica (1979), y ha reiterado el firme compromiso de las Fuerzas Armadas a defender los ideales de la República Islámica y la soberanía nacional del país.

Las declaraciones del comandante persa se producen en medio de una ola de gesticulaciones de ciertos Estados occidentales, con EE.UU. a la cabeza, tras una serie de pruebas balísticas de Irán en marzo. Dichos Estados han acusado a Teherán de violar la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU). EE.UU. incluso impuso nuevas rondas de sanciones al país persa por su programa de misiles.

En la resolución 2231, que marca el levantamiento de las sanciones antiraníes, se pide a Irán que no realice actividades relacionadas con misiles balísticos ‘diseñados para portar ojivas nucleares’, incluidos misiles cuenten con similar tecnología.

Irán, por su parte, ha rechazado todas las acusaciones al respecto y asegura que "todos los misiles iraníes de corto, medio y largo alcance, incluidos los balísticos probados en las maniobras, son armas convencionales de legítima defensa, y ninguno de ellos se ha diseñado para portar cabezas nucleares".

Ante esa campaña lanzada por Occidente, el Ministerio de Defensa iraní ha anunciado planes apropiados para desarrollar, a la mayor brevedad posible, las capacidades misilísticas y defensivas, y aumentar el poder de disuasión iraní.

Irán que siempre ha garantizado que su capacidad defensiva no constituye amenaza alguna para la región, ha anunciado que todos los objetivos enemigos, incluidos las naves estadounidenses en el Golfo Pérsico, están al alcance de sus misiles, y asegura sus cohetes apuntan sólo al que intenta agredir al país.

ftm/rha/mrk