“Una nueva ronda de Guerra de Corea encajará en la historia de la humanidad un evento particularmente sensacional y pondrá fin a otro imperio, cuyo nombre es Estados Unidos”, ha alertado la embajada de Corea de Norte en Rusia en un mensaje emitido este sábado con motivo del 70.º aniversario del estallido de la Guerra de Corea (1950-53).
La nota acusa a Washington de fomentar una nueva guerra en la península, desplegando nuevas bases militares en Corea del Sur, realizando maniobras militares y desplegando tropas.
Pyongyang, según dicha embajada, posee misiles estratégicos y armas nucleares capaces de destruir Estados Unidos. Corea del Norte tiene misiles nucleares que pueden castigar a cualquiera “que se atreva a levantar la mano contra nosotros”, ha amenazado.
En los últimos días, las tensiones entre las dos Coreas han vuelto a escalar, lo que aumenta el temor al estallido de un nuevo conflicto militar entre ambas partes.
Todo comenzó con la indignación de Pyongyang por la postura permisiva de Seúl ante los desertores norcoreanos que desde el Sur hacían llegar hasta el Norte propaganda contra el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Corea del Norte, en respuesta, cortó todas las líneas de comunicación con Corea del Sur y destruyó la oficina de enlace en el área fronteriza desmilitarizada Kaesong entre los dos países.
También informó de la reanudación de las maniobras en las áreas fronterizas desmilitarizadas de Kaesong y Kumgang. Corea del Sur, por su parte, advirtió que su vecino del Norte “pagará el precio” de toda medida militar.
Entretanto, los bombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos han sobrevolado la península de Corea, lo que, de acuerdo con los reportes y las declaraciones hechas la semana pasada por el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, se enmarca en las cooperaciones Washington-Seúl a fin de monitorear de cerca los movimientos militares de Corea del Norte.
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