El jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, el general Won In-choul, instó el viernes a mantener una elevada postura de preparación a todas sus unidades en medio de las preocupaciones de una posible medida militar de Corea del Norte.
“La situación de seguridad que enfrenta Corea del Sur es grave”, aseveró Won, agregando que si se produce una provocación norcoreana, todas las unidades de la Fuerza Aérea surcoreana deben responder “de forma rápida y decisiva”.
Esto ocurre mientras, el mismo viernes, dos bombarderos estratégicos B-52 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobrevolaron la península de Corea, según informó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Esta es la segunda vez en una semana que los bombarderos estadounidenses han volado cerca de la península de Corea; otros dos bombarderos B-52 también habían volado el miércoles sobre el mar de Japón (mar del Este).
De acuerdo con los reportes y las declaraciones hechas la semana pasada por el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, tales medidas de EE.UU. están en el marco de sus cooperaciones con Seúl a fin de monitorear de cerca los movimientos militares de Corea del Norte.
Los desencuentros entre las dos Coreas han aumentado en los últimos días, de tal forma que el jueves, Pyongyang amenazó a su vecino sureño con medidas más recíprocas y represalias fuera de su imaginación, si Seúl escala la tensión, agregando que las Fuerzas Armadas norcoreanas están considerando implementar un plan de acción militar detallado.
Seúl, según Pyongyang, es culpable por causar estragos en las relaciones intercoreanas al no evitar el envío de folletos propagandísticos y producir un quiebre en la “confianza y las promesas”, por lo tanto, el Norte ya no discutirá más las relaciones intercoreanas con su vecino sureño.
La advertencia de Pyongyang llega tras la destrucción de la oficina de enlace simbólica creada en 2018 para reanudar las conversaciones entre las dos Coreas y unos días después de que Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, amenazara con cortar toda comunicación con Corea del Sur y advirtiera de que ya era hora de romper con las autoridades de ese país e iniciar una acción contra el enemigo.
La tensión en la península coreana se ha intensificado también debido a la falta de avances en las conversaciones de paz entre Corea del Norte y EE.UU. Las autoridades norcoreanas y estadounidenses se han reunido tres veces desde 2018, para negociar la desnuclearización de la península, pero debido al rechazo de Washington a levantar las sanciones a Pyongyang, los diálogos no han llegado a buen puerto.
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