Informes y pruebas de campo derivados de estos ataques —que infligieron duros y posiblemente irreparables golpes al régimen— vuelven a señalar un hecho innegable: el régimen utiliza a los colonos como escudos humanos.
En un reportaje publicado el domingo, el periódico israelí Haaretz reconoció que los misiles iraníes lanzados durante la guerra de 12 días impuesta por el régimen se dirigieron únicamente contra instalaciones militares israelíes.
Sin embargo, el mismo informe apuntó que muchas de estas instalaciones están profundamente incrustadas en zonas civiles, refiriéndose a los asentamientos ilegales, en su mayoría en Tel Aviv y Haifa.
Uno de los ejemplos más destacados citados fue el complejo militar de Kirya, sede central del aparato militar israelí en Tel Aviv.
Tel Aviv: El complejo Kirya en un laberinto “civil”
El complejo militar y de inteligencia de Kirya, ubicado en pleno centro de Tel Aviv, fue uno de los primeros y más importantes objetivos alcanzados por misiles iraníes en la noche del 13 de junio, pocas horas después de que el régimen israelí llevara a cabo una agresión ilegal y no provocada en territorio iraní, que culminó con el asesinato de varios altos mandos militares, científicos y civiles.
Conocido a menudo como el “Pentágono israelí”, el Kirya alberga el Ministerio de Asuntos de Guerra, oficinas de inteligencia militar y diversas instalaciones encubiertas utilizadas en operaciones contra Irán, Líbano y Gaza.
🎥 El pánico se apodera de los colonos israelíes al sonar las sirenas tras el lanzamiento de un cohete desde #Yemen hacia el centro del territorio ocupado.#PalestinaLibre pic.twitter.com/1QnNHx3NQ0
— HispanTV (@Nexo_Latino) July 1, 2025
Estas instalaciones están ocultas en edificios de gran altura que tienen una apariencia civil o semi-civil.
A pesar de estar fuertemente fortificado y protegido por sistemas de defensa aérea israelí-estadounidenses de múltiples capas, el complejo Kirya fue alcanzado en las primeras fases de la operación Verdadera Promesa III de Irán.
Periodistas extranjeros confirmaron daños en varias torres de la zona, mientras que los medios israelíes censuraron la cobertura bajo la presión del régimen. Imágenes filtradas por un colono israelí mostraban columnas de humo y una escena de pánico audible: “¡Le dieron al Mossad!”, exclamó el testigo.
Instalaciones militares en asentamientos
El complejo Kirya se encuentra en uno de los distritos más densamente poblados de Tel Aviv. Bajo su superficie se extienden numerosas instalaciones militares subterráneas, identificadas por la inteligencia iraní tras la adquisición, a principios de junio, de datos sensibles de carácter militar y de inteligencia del régimen israelí.
La zona incluye:
- Torre Matcal – Sede del alto mando militar israelí
- Torre Marganit – Centro de operaciones de comunicaciones estratégicas
- El Bor ("El Pozo") – Un centro de mando subterráneo fuertemente fortificado
Estas instalaciones están rodeadas por infraestructura de colonos en todas las direcciones, incluidos edificios residenciales, escuelas y zonas comerciales, lo que diluye cualquier separación clara entre áreas militares y no militares. Esta confusión no es casual, sino parte de una estrategia deliberada para utilizar a los colonos como escudos humanos.
Haifa: Puertos, bases y civiles entrelazados
Al igual que en Tel Aviv, los activos militares estratégicos de Haifa están profundamente entrelazados con la vida ‘civil’.
El más destacado es la Base Naval de Haifa, sede de la flota mediterránea del régimen y del cuerpo de submarinos. Ubicada en el lado noroeste del concurrido complejo portuario de Haifa, esta base se encuentra en medio de uno de los centros económicos y “civiles” más importantes de Israel.
En los últimos meses, gran parte del tráfico marítimo se ha desviado desde Eilat hacia Ashdod y Haifa, lo que ha incrementado aún más la presencia “civil” en torno a estos activos estratégicos.
Conversión residencial de zonas militares
La base de entrenamiento naval Bahad 600 ha sido objeto de una rápida conversión en una zona residencial, con la construcción de nuevos bloques de apartamentos e incluso un hospital infantil, justo al lado de instalaciones militares operativas. Esta cercanía ejemplifica la continua militarización de áreas supuestamente “civiles”.
Al norte se encuentra el complejo de Sistemas Militares Avanzados Rafael, que cubre varios kilómetros cuadrados. Allí se producen los sistemas de misiles Cúpula de Hierro y Honda de David, misiles de crucero y soluciones para vehículos blindados.
📷📷El número de colonos israelíes heridos como consecuencia de los ataques lanzados desde Irán contra varias zonas de los territorios ocupados por Israel asciende a 65, informan servivios de emergencia del régimen israelí. pic.twitter.com/HySxAOnzX1
— HispanTV (@Nexo_Latino) June 19, 2025
Zonas industriales militarizadas en Haifa
Alrededor de estas instalaciones militares se encuentran importantes zonas industriales —Kiryat Nahum, Kiryat Ata y Nesher— que combinan funciones militares con industrias químicas, cementeras y energéticas. Por ejemplo:
- Refinería de Haifa: procesa dos tercios del suministro de petróleo del régimen israelí.
- Planta de cemento Nesher: abastece el 60 % del cemento utilizado dentro del régimen.
- Antena de comunicaciones en Giv’at HaHagan: nodo clave que conecta los mandos militares del norte con Tel Aviv.
La reserva natural militarizada del Monte Carmelo
El sitio más polémico es la base militar de Mishmar, construida dentro del parque nacional protegido del Monte Carmelo. La base cuenta con radares visibles y plataformas del sistema de misiles Cúpula de Hierro.
Está ubicada a tan solo 300 metros de los dormitorios estudiantiles de la Universidad de Haifa, y limita con yacimientos arqueológicos, santuarios religiosos y zonas ecológicas sensibles, atravesadas por senderos turísticos.
Entre estos sitios históricos y religiosos destacan Derech HaDorot (el Camino de los Milenios), un museo al aire libre con estructuras de la Edad del Bronce y del periodo romano, y Hurshat HaArba'im (el Bosque de los Cuarenta), un lugar sagrado para la comunidad drusa.
A pesar de su importancia cultural y ambiental, el sitio de Mishmar ha sido fuertemente militarizado, lo que evidencia cómo el régimen prioriza su infraestructura bélica por encima de la seguridad de los colonos y la preservación del patrimonio.
Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.