En una entrevista concedida con la cadena Al Mayadeen, el portavoz del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general Ali Mohamad Naini, ha advertido que, si el régimen de Israel vuelve a atacar, Teherán “no tendrá más líneas rojas”.
Naini ha explicado que la rápida respuesta de Irán a Israel durante la agresión israelí contra el país que empezó el 13 de junio y duró 12 días, desbarató los cálculos del enemigo sionista. “Debemos analizar los objetivos de la guerra para determinar quién ha ganado o perdido”, ha agregado.
Al afirmar que Israel no logró ninguno de sus objetivos en su agresión, ha subrayado que el objetivo del régimen de Tel Aviv era “destruir las capacidades de la República Islámica”. “El enemigo declaró explícitamente que la guerra contra Irán tenía como fin su rendición, fragmentación y aniquilación”, ha destacado.
“El enemigo, al no poder alcanzar sus objetivos mediante negociaciones, desencadenó una operación militar. Los enemigos de Irán no comprenden cabalmente el sistema de la República Islámica”, ha señalado el general de CGRI.
Asimismo, ha explicado que durante la guerra de 12 días, Irán lanzó más de 2000 misiles y drones contra territorios ocupados, subrayando que la mayoría de estos proyectiles alcanzaron sus objetivos en dichas zonas. Irán logró “destruir blancos estratégicos —militares, de seguridad y económicos— del régimen sionista gracias a la precisión de sus ataques con misiles y drones”, ha agregado.
En este contexto, ha detallado que a pesar de la estricta política de censura impuesta por Israel desde el inicio de la guerra, se filtraron imágenes que mostraban la magnitud de la destrucción en varias ciudades del régimen. “Esto evidenció el impacto real de las operaciones iraníes, incluso bajo un bloqueo informativo”, ha destacado.
El 13 de junio, Israel lanzó una flagrante agresión no provocada contra Irán. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó al conflicto, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes, en un supuesto intento de impedir el desarrollo del programa nuclear pacífico iraní.
En respuesta, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.
El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones de represalia contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.
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