Según el informe del sábado de la agencia de noticias The Associated Press, el mandatario norteamericano en una carta dirigida al Congreso prometió que Washington, recurriendo desde el viernes a la aplicación de nuevas sanciones contra el país asiático, respondería su ciberataque, perpetrado a finales de noviembre de 2014.
Las declaraciones de Obama se suman a las afirmaciones del director de Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, quien aseguró el viernes que el Gobierno estadounidense no piensa en utilizar la tecnología para tomar represalias contra Pyongyang en respuesta al hackeo del año pasado que dañó los ordenadores de Sony y filtró los correos electrónicos internos de la empresa.
El alto funcionario puso de manifiesto que la Administración de Obama decidió responder mediante las sanciones económicas. Dijo que fue en parte por las preocupaciones sobre las repercusiones de un ciberataque punitivo estadounidense en Corea del Norte.
Estados Unidos acusa a Corea del Norte de ser responsable del agravio informático contra la división cinematográfica de Sony; un ataque que resultó en la suspensión del estreno, previsto para Navidad, de la película 'La Entrevista', una comedia que expone un complot de la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA, por sus siglas en inglés) para asesinar al líder norcoreano, Kim Jong-un.
Las autoridades de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) han rechazado las acusaciones estadounidenses en varias ocasiones, llegando a proponer a Washington una investigación conjunta sobre el ataque, pero, la Casa Blanca no lo aceptó.
Recientemente se reveló que en el año 2010 Washington intentó, sin éxito alguno, atacar los computadores de los centros nucleares de Corea del Norte con una variante del peligroso virus Stuxnet, desarrollado por EE.UU. y el régimen israelí.
En este contexto, el Gobierno de Pyongyang amenazó el martes a Washington con ataques cibernéticos en represalia por este fallido ataque.
Las tensiones entre EE.UU. y Corea del Norte aumentan cada día. Washington, para contrarrestar a Pyongyang, mantiene desplegados cerca de 30.000 soldados en el territorio surcoreano, mientras que Corea del Norte amenaza con lanzar misiles nucleares contra el territorio estadounidense en caso necesario.
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