El viernes, el Ejército de Corea del Sur anunció el hallazgo de un objeto volante en un área montañosa en Inje, en la provincia de Gangwon, cerca de la frontera oriental entre las dos Coreas.
Seúl dijo entonces que el tamaño y la forma del aparato eran similares a un pequeño dron (aeronave no tripulada) norcoreano que se estrelló en marzo de 2014 en la parte sureña de su frontera marítima occidental.
El resultado del análisis del aparato, equipado con una cámara y una tarjeta de memoria de 64 gigas, indica que el supuesto dron “sacó fotos del emplazamiento del THAAD (siglas en inglés del sistema de Defensa Terminal a Gran Altitud) en Seongju”, ha dicho este martes un oficial de Defensa surcoreano en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Entre las cientos de fotos halladas, más de una decena son del lugar del despliegue del THAAD, tomadas a una altura de entre dos y tres metros, mientras que el resto corresponden a “terrenos forestales y áreas residenciales”, ha explicado el funcionario que habló bajo condición de anonimato.
A finales de marzo, el Instituto Surcoreano para la Unificación Nacional (KINU, por sus siglas en inglés) afirmó en un estudio que Corea del Norte posee alrededor de 1000 drones capaces de atacar o realizar actos provocativos, y advirtió que Pyongyang intenta desarrollar su capacidad en este sector para compensar la inferioridad de sus fuerzas aéreas frente a Corea del Sur.
Las tensiones entre Seúl y Pyongyang —técnicamente enfrentados desde la Guerra de Corea (1950-53)— han ido aumentando en los últimos meses debido, en gran parte, a las repetidas pruebas de misiles de Corea del Norte y a las medidas provocativas de Washington, incluyendo el despliegue en Corea del Sur del sistema THAAD.
EE.UU. dio inicio en abril pasado al traslado del polémico sistema antimisiles THAAD a Corea del Sur, argumentando que dicho sistema haría frente a las amenazas provenientes de Corea del Norte.
Sin embargo, esta medida desembocó en masivas protestas, incluso de los surcoreanos, e indignó a varios de los vecinos, incluidas Rusia y China, países que la consideran una amenaza a su seguridad nacional.
Pyongyang, a su vez, ha pedido a su vecino del sur suspender el despliegue del THAAD en su suelo, advirtiendo de que ello sirve a la “guerra nuclear” que busca desencadenar EE.UU. y al lanzamiento de un ataque contra Corea del Norte.
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