Mike Pence, vicepresidente de EE.UU., que hablaba este lunes desde Panmunjom, zona desmilitarizada que sirve de frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte, ha dicho a los periodistas que Washington ha perdido la paciencia por la falta de avances hacia la desnuclearización de la península de Corea.
Ha precisado que el presidente norteamericano, Donald Trump, espera que China utilice sus "palancas extraordinarias" para presionar a Pyongyang a abandonar su programa nuclear y de misiles. De acuerdo con Pence, hubo un "período de paciencia", pero "la era de la paciencia estratégica ha terminado".
El pueblo de Corea del Norte, los militares de Corea del Norte no deberían equivocarse sobre la resolución de EE.UU. de estar al lado de nuestros aliados", ha subrayado el vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
Washington quiere establecer la seguridad "por medios pacíficos, mediante negociaciones. Pero todas las opciones están sobre la mesa y seguimos al lado del pueblo de Corea del Sur", ha precisado el funcionario norteamericano.
"El pueblo de Corea del Norte, los militares de Corea del Norte no deberían equivocarse sobre la resolución de EE.UU. de estar al lado de nuestros aliados", ha subrayado a pocos metros de la línea de demarcación, donde se firmó en 1953 el armisticio de la guerra de Corea.
La visita de Pence a Corea del Sur se produce en los momentos de mayor tensión en dicha península desde que Donald Trump es presidente de Estados Unidos.
A primeras horas de domingo, Pyongyang probó un misil que, de acuerdo con Seúl y Washington, resultó un fracaso. No obstante, el ensayo para el Estado norcoreano fue un proceso ordinario y sirvió “para aumentar las capacidades de las fuerzas de disuasión nuclear del país”.
La Casa Blanca en los últimos días se ha prodigado en duras amenazas bélicas contra Corea del Norte, enviando incluso hacia la zona una flota de ataque y un submarino nuclear portamisiles.
Trump ya había advertido de que EE.UU. se "ocuparía" del caso norcoreano llegado el momento, incluso sin la cooperación de China. Además, altos funcionarios de su Gobierno confirmaron que se consideraba la posibilidad de acciones militares contra Pyongyang.
Corea del Norte, que defiende su programa nuclear y de misiles como un acto de autodefensa ante las “provocaciones” de Washington, aseguró estar "preparada" para una guerra nuclear con EE.UU.
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