"Si los EE.UU. y sus fuerzas aliadas están verdaderamente interesadas en los derechos humanos, deben limitarse a arreglar sus propios asuntos, a detener (…) sus violaciones de los derechos humanos, como torturas."
La agencia oficial de noticias de Corea del Norte (KCNA) publicó el jueves la declaración acreditada a un vocero del Ministerio de Exteriores norcoreano, en la que condena la conferencia, titulada "Derechos Humanos en Corea del Norte: El camino por recorrer", organizada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés).
“En Washington, el 17 de febrero, EE.UU. celebró una ‘conferencia sobre los derechos humanos’ contra la RPDC con el pretexto absurdo del primer aniversario de la ‘informe de la Comisión de las Naciones Unidas de Investigación’ sobre la situación de los derechos humanos" en Corea del Norte, criticó el vocero.
Al repudiar las alegaciones del Gobierno estadounidense sobre los derechos humanos, afirmó que EE.UU. como un gran violador de los DD.HH. carece de autoridad moral para debatir este asunto y, por tanto, dijo que el foro es parte de un plan político y un espectáculo ridículo.
"Si los EE.UU. y sus fuerzas aliadas están verdaderamente interesadas en los derechos humanos, deben limitarse a arreglar sus propios asuntos, a detener (…) sus violaciones de los derechos humanos, como torturas en EE.UU. y la supresión de cargos en Corea del Norte por la violación de la "Ley de Seguridad, condenada por el mundo", continuó al respecto.
El embajador de Corea del Norte ante la ONU, Jang Il Hun, previamente había solicitado a EE.UU. que permitiese a los funcionarios norcoreanos asistir a la conferencia con el fin de presentar su defensa como la parte cuestionada, sin embargo, la Casa Blanca rechazó esta propuesta.
La Tercera Comisión de la Asamblea de 193 miembros, que se ocupa de los derechos humanos, aprobó en noviembre una resolución contra Pyongyang basándose en un informe que publicó la Comisión de las Naciones Unidas de Investigación el pasado febrero.
Corea del Norte descredita tal resolución que considera fruto de un complot político y confrontación, además, argumenta que el informe de la Comisión y las acusaciones de abusos de derechos humanos planteados en su contra se basan en los falsos testimonios de ‘desertores del Norte’.
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