El Consejo Político Nacional de la exguerrilla convertida ahora en el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), ha emitido este viernes un comunicado contra los alegatos del embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.
“Nos vemos obligados a fijar posición ante la opinión pública sobre una serie de afirmaciones equivocadas que confunden y ponen obstáculos al buen desarrollo del proceso de paz en Colombia”, han criticado las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
En el mensaje ha subrayado que el cumplimiento de sus compromisos en los acuerdos de paz firmados con el Gobierno de Juan Manuel Santos ha sido público y notorio, y donde se han presentado observaciones o dudas ha habido total disposición de aportar respuestas y soluciones satisfactorias.
Nos vemos obligados a fijar posición ante la opinión pública sobre una serie de afirmaciones equivocadas que confunden y ponen obstáculos al buen desarrollo del proceso de paz en Colombia”, critica el Consejo Político Nacional de las FARC.
Ha alertado que las afirmaciones de Whitaker se producen con el objetivo de obstaculizar el proceso de reincorporación de la FARC a la sociedad como nueva alternativa política frente a los grandes problemas del país.
De acuerdo con el nuevo partido político, estas acusaciones son la continuidad del discurso sin fundamento pronunciado con anterioridad por parte de la embajada de Estados Unidos en que calificó, solo por razones políticas, a las FARC de organización terrorista.
Es hora de renovar la visión frente a una organización que ha cumplido con entera fidelidad lo pactado en el acuerdo de paz y que cuenta con una activa interlocución con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), el Vaticano y otros entes de la comunidad internacional, ha mencionado el comunicado.
Asimismo, ha remarcado que el discurso del embajador estadounidense tiene el evidente propósito de reposicionar la fracasada política de interdicción y aspersión aérea en relación con el tema de la droga.
El Gobierno de Santos y las FARC lograron en noviembre de 2016 firmar un histórico acuerdo que puso fin a 52 años de conflicto armado en Colombia que dejó más de 220.000 muertos y millones de desplazados.
Gracias al pacto, la exguerrilla gozará de la ventaja de contar con diez escaños, cinco en el Congreso y cinco en el Senado y así como se prepara para participar en las elecciones legislativas y presidenciales de 2018.
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