Los investigadores estadounidenses, utilizando las técnicas de simulación computarizada, llegaron recientemente a un resultado muy interesante.
Su investigación muestra cómo las moléculas replicadoras capaces de catalizar su propia síntesis surgieron a raíz de las combinaciones de compuestos orgánicos más probables y fueron la base de las células.
El profesor de Microbiología y Genética Molecular de ese centro educativo, Chris Adami, utilizó el “software” Avida, que es capaz de producir programas que se reproducen a sí mismos, para revelar qué provocó que formaran cadenas moleculares complejas que se convirtieron en la base de la vida.
Según los resultados de los científicos, en caso de que haya un proceso que genera ciertos monómeros con la frecuencia correcta, el número de moléculas replicadoras como las ribozimas comienza a aumentar drásticamente.
Las especialistas descubrieron que entre 1000 millones de programas aleatorios elaborados con cadenas de letras que produjo Avida, 27 de ellos se podían autorreplicar. Así, los emplearon para crear una distribución de probabilidad y descubrieron que su número se incrementaba de manera espectacular.
De igual modo, es más que probable que, en las condiciones primarias de la Tierra, aparecieran esos procesos y las ribosomas, moléculas de ARN que tienen la capacidad de acelerar reacciones químicas específicas, fueran las precursoras de las células.
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