Por parte de Pekín, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, urgió al país norteamericano a dejar de interferir en los asuntos internos de China bajo pretexto de asuntos religiosos.
Pedimos a Estados Unidos que se atenga a los hechos y deje de atacar la política religiosa de China emitiendo informes como estos”, ha declarado Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
“Pedimos a Estados Unidos que se atenga a los hechos y deje de atacar la política religiosa de China emitiendo informes como estos”, dijo la representante de la Cancillería china en una conferencia de prensa, aludiendo al informe emitido el miércoles por el Departamento de Estado estadounidense.
La diplomática aseguró que la Carta Magna del gigante asiático protege la libertad de creencia religiosa de todos sus ciudadanos en conformidad con sus leyes, por lo que instó a Washington a dejar de adoptar dobles raseros sobre el asunto y a abandonar las declaraciones irresponsables hacia otros países.
A su vez, Yaroslav Nílov, jefe del Comité para Asuntos Religiosos de la Cámara baja del Parlamento ruso (Duma) afirmó que el informe no es más que un acto político orientado a crear una imagen negativa de Rusia a los ojos del mundo.
“¿Acaso podrían haber escrito que en Rusia todo anda bien con la libertad religiosa? ¿En qué consistiría entonces el objetivo de este informe?”, cuestionó el parlamentario.
En este sentido, Nílov insistió en que, año tras año, Estados Unidos formula contra Rusia acusaciones similares, en las que “siempre aparece la opinión de que en Rusia se persigue a las minorías religiosas, aun cuando en el país funcionan numerosas organizaciones de culto”.
Asimismo, ha desacreditado el informe de la Diplomacia estadounidense sobre la libertad religiosa en el mundo la portavoz de la Cancillería persa, Marzie Afjam, al aparecer también Irán entre los países que supuestamente violan ese derecho.
La publicación del informe coincide con la multiplicación de las críticas a Estados Unidos, como país en que la intolerancia religiosa se acompaña de discriminación racial, en particular contra los musulmanes negros.
Según una encuesta elaborada por la revista The Economist, más del 70 % de los estadounidenses cree que los musulmanes residentes en su país son víctimas de discriminación religiosa.
La situación es tan grave que el mismo presidente, Barack Obama, ha reconocido la práctica extendida de discriminaciones raciales en el sistema judicial de EE.UU.
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