El canadiense Robert Lloyd Schellenberg, de 36 años, que había sido condenado en primera instancia a 15 años de prisión, ha recibido hoy lunes la pena de muerte dictaminada por el tribunal de Dalian, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China.
“Las pruebas sugerían que Schellenberg había estado probablemente involucrado en tráfico internacional de drogas y desempeñado un papel clave en el tráfico de narcóticos”, reza el comunicado publicado en la página web de la corte china.
El acusado había apelado la primera sentencia, sin embargo, la iniciativa se volvió en su contra, cuando el Tribunal Supremo de Liaoning consideró el veredicto demasiado “indulgente” por la gravedad de los hechos imputados al canadiense.
Esto se produce en momentos en que las relaciones diplomáticas entre China y Canadá atraviesan una gran tensión, después de que el Gobierno de Ottawa detuvo el pasado 1 de diciembre a la vicepresidenta de la empresa tecnológica china Huawei, Meng Wanzhou, a petición de Estados Unidos.
Las pruebas sugerían que (el acusado canadiense Robert Lloyd) Schellenberg había estado probablemente involucrado en tráfico internacional de drogas y desempeñado un papel clave en el tráfico de narcóticos”, reza el comunicado publicado en la página web del tribunal de Dalian, China, sobre la pena de muerte dictaminada contra Schellenberg.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha calificado este lunes de “muy preocupante” la sentencia de la corte china y ha acusado a Pekín de aplicar “arbitrariamente” la pena de muerte contra uno de sus ciudadanos.
“Es de extrema preocupación para nosotros, como Gobierno, así como debería serlo para todos nuestros amigos y aliados internacionales, que China haya elegido empezar a aplicar arbitrariamente la pena de muerte, en este caso contra un canadiense", ha dicho Trudeau en declaraciones a la prensa, según informa la cadena local CBC.
Meng, que es además hija del fundador de Huawei, se enfrentaba a la extradición a EE.UU. bajo la acusación de haber violado las sanciones impuestas por Washington a Irán.
Tras la detención de Meng, un tribunal canadiense le concedió la libertad condicional a la espera de que se decida sobre la orden de extradición estadounidense. El Gobierno chino, sin embargo, había advertido de las graves consecuencias que podría acarrear para Canadá el arresto de Meng.
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