“Avión militar de Estados Unidos, esto es China (...) salga de inmediato y manténgase alejado para evitar cualquier malentendido”, han advertido los militares chinos a la aeronave norteamericana, un aparato de reconocimiento P-8A Poseidon.
El avión, al volar a 16 500 pies de altura, podía observar los arrecifes de coral en las islas Spratly (llamadas Nansha por Pekín), convertidos en guarniciones con edificios de cinco pisos, grandes instalaciones de radar, centrales eléctricas y pistas lo suficientemente sólidas para transportar grandes aeronaves militares.
Sin atender a las advertencias, el P-8A Poseidon sobrevoló cuatro islas artificiales clave construidas por China en la cadena de las islas Spratly. Allí la aeronave observó 86 embarcaciones, incluidas naves de guardacostas chinas y una larga pista de aterrizaje, entre otras instalaciones.
Los pilotos del avión militar estadounidense se abstuvieron de abandonar el territorio chino, afirmando que estaban realizando actividades militares legales “conforme al derecho internacional”.
Avión militar de Estados Unidos, esto es China (...) salga de inmediato y manténgase alejado para evitar cualquier malentendido”, han advertido los militares chinos a la aeronave estadounidense, un aparato de reconocimiento P-8A Poseidon, que estaba sobrevolando las islas Spratly.
El mar de la China Meridional ha sido escenario de incesantes tensiones entre el gigante asiático y EE.UU. en los últimos años. Washington ha enviado varias veces aviones y buques de guerra a las proximidades de los islotes controlados por Pekín, so pretexto de defender “la libertad de navegación”.
El Gobierno de Pekín ha criticado en reiteradas ocasiones la supuesta militarización de ese mar por EE.UU. y ha insistido en que “tiene soberanía indiscutible sobre las islas de Spratly y sus aguas adyacentes”.
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