Los ejercicios son “rutinarios” y se enmarcan en la política militar y defensiva de Pekín, cuyas actividades en el mar del Sur de China no suponen amenaza alguna a otros países, ha insistido este viernes Ren Guoqiang en una rueda de prensa al preguntársele sobre el despliegue militar, en el que participan un portaaviones y decenas de buques de guerra.
“Solo aquellos que suelen amenazar a otros consideran a otros como una amenaza”, ha dicho el portavoz de la Defensa china, citado por el diario local South China Morning Post.
Estas declaraciones se han producido después de la difusión de imágenes satelitales que muestran al menos 40 buques de guerra y submarinos del gigante asiático flanqueando al portaaviones Liaoning, dentro de unos “inmensos” simulacros frente a la costa meridional de la isla de Hainan, en el sur de China.
Solo aquellos que suelen amenazar a otros consideran a otros como una amenaza”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Ren Guoqiang.
A este respecto, Guoqiang ha explicado que los ejercicios son una parte “rutinaria” anual del programa de entrenamiento de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL), sin objetivo especifico marcado.
“El objetivo es probar y mejorar las capacidades de entrenamiento del EPL (…), así como fortalecer las capacidades de combate de guerra de todo el Ejército”, ha sostenido el portavoz.
En otro momento de la rueda de prensa, Ren ha explicado que Pekín se opone a la operación de “libertad de navegación” que llevó a cabo el pasado 23 de marzo el destructor de misiles guiados USS Mustin de la Fuerza Naval de EE.UU. a 12 millas náuticas de una isla artificial construida por Pekín en el mar del Sur de China.
Asimismo, el portavoz ha reiterado que su país incrementará su presencia militar en las aguas en litigio para adecuarlas al nivel de amenaza militar planteada por Washington en la región.
El mar del Sur de China, cuya totalidad reivindica China, es escenario de incesantes tensiones entre el gigante asiático y EE.UU. En los últimos años, Washington ha enviado varias veces buques de guerra a las proximidades de los islotes controlados por Pekín, so pretexto de defender “la libertad de navegación”.
Pekín, por su parte, ha denunciado una y otra vez estos “actos de provocación”, acusando a Washington de desestabilizar la zona, violar su soberanía y buscar dominar las aguas en cuestión.
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