El viernes, el ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, envió una nota de protesta a Estados Unidos por las declaraciones de Brandon Judd, embajador designado para el país suramericano.
Judd dijo que se siente “decepcionado” por las críticas del presidente de Chile, Gabriel Boric, a la política medioambiental del mandatario Donald Trump.
“Criticar a los Estados Unidos sobre temas ambientales, cuando somos uno de los líderes del mundo en lo que tiene que ver con todo lo que sucede con los temas ambientales, es muy decepcionante, y muestra cómo ha caído la relación”, defendió el emisario estadounidense.
Al ser consultado por las elecciones presidenciales en Chile que se definirán en balotaje el 14 de diciembre, el embajador estadounidense aseguró que trabajará con cualquier gobierno que elijan los chilenos, aunque admitió que con algunos es “más fácil” entenderse, por una cercanía ideológica.
De hecho, los chilenos tendrán que elegir al sucesor de Boric entre Jeanette Jara, militante del Partido Comunista, y José Antonio Kast, del ultraderechista Partido Republicano.
Al respecto, el canciller chileno tachó las declaraciones del representante diplomático de EE.UU. de “inapropiadas” y “desafortunadas”, precisando que “respecto del proceso político nacional estas expresiones representan una intervención en asuntos internos” de Chile.
El máximo diplomático chileno, haciendo referencia a la relación de Chile y EE.UU., expresó que el Gobierno de Boric lamenta mucho la situación actual entre ambos países, si bien matizó que busca “la mejor relación posible, obviamente, desde el punto de vista del respeto mutuo y también de la dignidad nacional”.
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