El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobrevoló el litoral de Sao Paulo para conocer las áreas afectadas por el intenso temporal que azotó el fin de semana a la turística región.
El mandatario, de 77 años, que asumió el poder por tercera vez el pasado 1 de enero, se reunió luego con las autoridades locales para mandar un mensaje de unidad en un país que registró el pasado 8 de enero una intentona golpista de bolsonaristas.
Lula habló además de construir casas, en terrenos seguros, para familias que fueron afectadas por los aguaceros en la región.
Las tareas de rescate siguen concentradas en el extenso municipio de San Sebastián, un destino playero ubicado a unos 200 km de la ciudad de Sao Paulo y que sufrió lluvias “récord”, que según las autoridades, arrojaron 600 milímetros de agua en 24 horas, más del doble de la cantidad habitual para todo el mes de febrero.
Según las autoridades, los aguaceros dejaron decenas de muertos y desaparecidos, además forzaron la evacuación de más de 2 000 personas.
En Brasil 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas.
glm/mkh

 
  
  
  
  
  
  
  
  
 