El comandante del Ejército de Brasil, el general Eduardo Villas Boas, presionó al máximo órgano de justicia del país para que este mantuviera en prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El hecho ocurrió en abril y fue admitido el pasado fin de semana en una entrevista donde el militar relató que de no haberse pronunciado la situación podría haberse salido de su control.
Todo indica que la presión militar dio resultado y por 6 votos contra 5, Lula, quien lideraba las encuestas, quedó preso. Según la legislación brasileña, los militares están impedidos de realizar declaraciones políticas.
Durante la entrevista, el comandante del Ejército también declaró que el triunfo de Bolsonaro no representa el regreso de los militares al poder.
Villas Boas padece una enfermedad degenerative y ya anunció que dejará el cargo el año próximo, sin embargo, es indudable que fue el comandante más influyente en la esfera política desde el regreso de la democracia.
Andrés Sal.lari, Sao Paulo.
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