Este domingo, Brasil celebra el balotaje presidencial entre el candidato ultraderechista del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, y el aspirante del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
Estas son consideradas como las elecciones presidenciales más trascendentales desde el retorno a la democracia, en 1985.
En un ambiente electoral altamente polarizado, los dos candidatos cerraron sus campañas instando a sus seguidores a acudir de manera masiva a los centros de votación.
Haddad recorrió los estrechos caminos de una favela de Sao Paulo, ciudad en la que fue alcalde.
El candidato del Partido de los Trabajadores, subrayó que la lucha es dura, pero es noble, porque es por una victoria de la verdadera democracia.
A su vez, Bolsonaro permaneció en su domicilio de Río de Janeiro, como viene haciendo desde que fue apuñalado en un mitin el pasado 6 de septiembre.
El ultraderechista lamentó no estar cerca de la gente y pidió a sus seguidores "no relajarse".
Mientras tanto se realizaron las últimas marchas en apoyo de los dos aspirantes. Los seguidores del izquierdista rechazaron las políticas de Bolsonaro, conocido por sus comentarios misóginos, homofóbicos y racistas que ha hecho a lo largo de su carrera política.
Mientras, los seguidores de Bolsonaro criticaron los escándalos de corrupción que han golpeado en los últimos años al izquierdista Partido de los Trabajadores.
Espero que Brasil pueda ganar, y todos podamos celebrar, para que los partidarios del PT vean que lo que están predicando a la gente no es la verdad.
Los resultados de la primera vuelta ubicaron a Bolsonaro en primer lugar con el 46 por ciento de los votos, mientras que Haddad obtuvo un apoyo de 29 puntos porcentuales.
La mayoría de las encuestadoras dan por ganador a Bolsonaro con una diferencia que ronda los 10 puntos porcentuales sobre su rival Haddad, y de no ocurrir una gran sorpresa, por primera vez en su historia, Brasil tendría a un presidente ultraderechista.
akm/rba