La mandataria dijo que en realidad se enfrenta a un golpe de Estado no tradicional.
Rousseff mostró su indignación por la aprobación en la Cámara de Diputados del juicio que la podría destituir y aseguró que luchará para frenarlo. También declaró que no tiene planes para convocar a elecciones anticipadas.
El juicio político contra Rousseff, tras ser autorizado por el Parlamento, pasa al Senado. Si se aprueba, la presidenta deberá de dejar su cargo hasta por 180 días, mientras se le juzga.
El analista internacional Carlos Pereyra Mele aborda el tema desde Córdoba, Argentina, en una entrevista con HispanTV.
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