Middle East Eye (MEE) ha citado a funcionarios regionales y estadounidenses que han afirmado que Washington fue notificado con antelación del ataque israelí, y que la Casa Blanca confirmó posteriormente haber recibido dicha notificación previa de la ofensiva del régimen.
La Casa Blanca afirmó que Trump consideró “desafortunado” el ataque de Israel contra objetivos del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en Catar y ordenó a su principal enviado, Steve Witkoff, que advirtiera a Doha sobre la inminente ofensiva.
“El presidente considera a Catar un aliado y amigo cercano de Estados Unidos, y lamenta profundamente que este ataque haya tenido lugar en su territorio”, declaró a la prensa la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al leer un comunicado oficial.
Esto ocurre mientras Trump, quien mantuvo conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el emir de Catar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, tras el ataque, aseguró en su red social Truth Social que la decisión de bombardear Catar fue tomada por Netanyahu y “no por mí”.
“Bombardear unilateralmente dentro de Catar, una nación soberana y un aliado cercano de Estados Unidos, que trabaja arduamente y se arriesga valientemente junto a nosotros para negociar la paz, no promueve los objetivos ni de Israel ni de Estados Unidos”, escribió el presidente estadounidense horas después de la ofensiva.
“Considero a Catar un aliado sólido y un amigo de Estados Unidos, y lamento profundamente que el ataque haya ocurrido en su territorio”, añadió Trump, enfatizando que la decisión de atacar dentro de Catar fue tomada por el primer ministro israelí. “No fue una decisión mía”, aclaró.
La oficina de Netanyahu también señaló que el ataque fue “una operación totalmente independiente de Israel”, agregando que “Israel la inició, la ejecutó y asume toda la responsabilidad”.
El régimen israelí lanzó el martes ataques aéreos contra una reunión de los dirigentes de HAMAS en Doha, en lo que se describió como una “operación de asesinato” que dejó varios funcionarios del movimiento de resistencia palestina muertos, así como civiles en el país árabe del Golfo Pérsico.
Según MEE, Jalil al-Haya, Jaled Mashal, Zaher Jabarin y otros altos funcionarios de HAMAS sobrevivieron al ataque. El ataque mató al hijo de Haya, Hammam al-Haya, y al director de su oficina, Jihad Lubbad, e hirió a varias personas más.
En un comunicado, HAMAS condenó enérgicamente el intento de asesinato por parte del régimen sionista contra su delegación negociadora en Doha, calificando el ataque como “crimen atroz” y una violación del derecho internacional.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar condenó igualmente el “cobarde ataque israelí” contra la sede de Hamás en Doha, calificándolo como una violación del derecho internacional y una amenaza para la seguridad del país.
El ataque israelí provocó un aluvión de condenas por parte de líderes mundiales, grupos de resistencia regionales y organizaciones de derechos humanos.
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