Estados Unidos agotó aproximadamente una cuarta parte de su suministro de interceptores de misiles THAAD (abreviatura de Defensa de Área de Gran Altitud Terminal, por sus siglas en inglés) de alta tecnología durante la guerra de 12 días de Israel con Irán en junio pasado, ha informado este lunes la cadena CNN, según dos fuentes familiarizadas con la operación.
Las fuerzas estadounidenses contrarrestaron el bombardeo de misiles balísticos iraníes, disparando más de 100 THAAD, y posiblemente hasta 150, una parte significativa del arsenal estadounidense de este sistema avanzado de defensa aérea, tal como indican las referidas fuentes. Estados Unidos cuenta con siete sistemas THAAD y utilizó dos de ellos para proteger a Israel durante el conflicto.
El uso de tantos interceptores THAAD en un período tan corto expuso una brecha en la red de defensa antimisiles de EE.UU. y agotó un activo costoso en un momento en que el apoyo del público estadounidense a la defensa israelí ha alcanzado mínimos históricos, conforme a la nota.
Exfuncionarios de defensa y expertos en misiles de EE.UU. han dicho a CNN que la rápida reducción también ha generado preocupaciones sobre la postura de seguridad global del país norteamericano y su capacidad para regenerar suministros rápidamente.
El año pasado, EE.UU. produjo solo 11 nuevos interceptores THAAD y se espera que incorpore 12 más este año fiscal, según las estimaciones presupuestarias para 2026 del Departamento de Defensa.
Ante estas preocupaciones, el secretario de prensa del Pentágono, Kingsley Wilson, intentó apaciguar los ánimos afirmando que Ejército estadounidense “es el más fuerte que jamás haya existido y cuenta con todo lo necesario para llevar a cabo cualquier misión en cualquier lugar, en cualquier momento y en todo el mundo. Si necesitan más pruebas, basta con mirar la ‘Operación Martillo de Medianoche’ y la destrucción total de la capacidad nuclear de Irán”.
A pesar de THAAD, los misiles iraníes golpearon blancos israelíes
CNN informó que una evaluación preliminar de inteligencia determinó que los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares de Irán llevados a cabo el pasado junio no destruyeron los componentes centrales del programa nuclear iraní, y probablemente solo lo retrasaron meses. Washington desestimó la evaluación, y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. declaró posteriormente tener pruebas de que el programa nuclear del país persa estaba gravemente dañado.
EE.UU. negó a proporcionar información sobre el inventario relativo a los THAAD, debido a preocupaciones de seguridad operativa, pero el diario estadounidense Wall Street Journal por primera vez informó el número de THAAD utilizados en la guerra de 12 días.
A pesar del uso intensivo de THAAD durante la guerra de 12 días para ayudar a defenderse del ataque de Irán en el mes pasado, decenas de misiles iraníes todavía impactaron Israel, ha destacado CNN.
El THAAD es un sistema móvil capaz de atacar y destruir misiles balísticos de corto, medio e intermedio alcance, tanto dentro como fuera de la atmósfera terrestre, durante su fase final de vuelo. Cada batería es operada por 95 soldados estadounidenses, armados con seis lanzadores y 48 interceptores. Los interceptores son fabricados por Lockheed Martin y su costo aproximado es de 12,7 millones de dólares, según el presupuesto de la Agencia de Defensa de Misiles para 2025.
EE.UU. planea adquirir 37 interceptores THAAD el próximo año, de acuerdo a las estimaciones presupuestarias del Departamento de Defensa para 2026, financiadas parcialmente por la última adición al llamado “proyecto de ley grande y hermoso” del presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero, los expertos y exfuncionarios de defensa advierten que es necesario aumentar significativamente los suministros para hacer frente al déficit.
Un alto oficial retirado del Ejército estadounidense, que pidió no ser identificado, señaló que alrededor del 25 % del inventario total del THAAD fue utilizado por las fuerzas estadounidenses en los territorios palestinos ocupados por Israel.
“El Departamento de Defensa está analizando los niveles de existencias de municiones críticas en tiempos de guerra e intentando aumentar significativamente la capacidad de producción anual, un esfuerzo que debía haberse hecho hace tiempo”, declaró la fuente.
Escasez y daños de misiles en Israel
Según el fabricante Lockheed Martin, existen nueve baterías THAAD activas a nivel mundial. El Ejército estadounidense cuenta con siete y planea tener una octava activa para 2025, conforme al Servicio de Investigación del Congreso. Otros dos fueron entregados a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y se han utilizado para interceptar misiles balísticos de las fuerzas yemeníes.
Si bien algunos misiles iraníes fueron derribados por las defensas aéreas israelíes y estadounidenses, expertos, datos de fuentes abiertas y videos desde tierra revisados por CNN mostraron que decenas lograron atravesar el área. La tasa de éxito de Teherán aumentó a medida que la guerra se intensificaba, lo que representa uno de los peores daños que Israel ha sufrido en décadas.
Según el alegato del ejército israelí, Irán disparó más de 500 misiles balísticos de largo alcance y que pudo interceptar alrededor del 86 % de ellos, con 36 misiles iraníes impactando zonas urbanizadas.
Ciudades importantes como Tel Aviv sufrieron graves daños: edificios e infraestructuras vitales y militares fueron destruidos, instalaciones militares sensibles fueron atacadas, partes de la red eléctrica quedaron inutilizadas y 29 personas murieron. La autoridad fiscal israelí estimó a finales de junio que la guerra le habría costado a la entidad sionista al menos 1800 millones de dólares en daños, pero se esperaba que esa cifra aumentara, dado que aún no se han presentado reclamos.
Un análisis realizado por el Instituto Judío para la Seguridad Nacional de Estados Unidos (JINSA, por sus siglas en inglés), estimó que el sistema THAAD estadounidense representó casi la mitad de todas las intercepciones, lo que indica que las reservas israelíes de los interceptores Arrow-2 y Arrow-3 de Israel eran insuficientes. El sistema Cúpula de Hierro de Israel fue diseñado para desviar cohetes de menor alcance que los disparados por Irán.
Tal como precisan datos recopilados por JINSA, las tasas de interceptación disminuyeron a medida que avanzaba la guerra. Solo el 8 % de los misiles iraníes penetraron en la primera semana de guerra. Esta cifra se duplicó al 16 % en la segunda mitad del conflicto y finalmente alcanzó el 25 % el último día de la guerra, antes del alto el fuego.
Los analistas barajan varias posibles razones para esta tendencia, entre ellas el lanzamiento de misiles más sofisticados por Irán, a medida que avanzaba la guerra.
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