Mediante una carta abierta, cerca de 250 funcionarios actuales y antiguos de los diferentes servicios de espionaje y de seguridad israelíes cargaron contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su gabinete extremista por provocar el odio y la división entre la sociedad israelí, a través de su polémica reforma judicial.
Según publicó el sábado el diario israelí Maariv, la misiva acusa a Netanyahu y su gabinete ultraderechista “de crear un faccionalismo destructivo, odio, miedo y una cultura de la mentira […], que daña fatalmente” la seguridad de Israel.
Los firmantes fustigaron, además, a la cúpula extremista por “infundir desconfianza en el sistema judicial, violar el principio de separación de poderes” y dañar la “democracia” israelí, “bajo el nombre de la reforma judicial”.
Lamentaron que el “régimen dictatorial” de Netanyahu haya puesto en serio peligro la seguridad de Israel y lo haya conducido hacia el “aislamiento político”, creando una “crisis real con la Administración estadounidense, que es el garante de la seguridad de Israel”.
Reprocharon a Netanyahu por llamar “anarquistas” y “traidores” a los críticos y manifestantes contra la reforma judicial e instaron al gabinete a retroceder en su intento de llevar a cabo la iniciativa.
Los israelíes llevan ya 10 semanas consecutivas protestando contra el plan de Bibi de reformar radicalmente el sistema judicial. La iniciativa, considerada un “golpe judicial” por los críticos, limitaría la autoridad de los asesores judiciales, y permitiría que una mayoría simple de parlamentarios pueda anular una sentencia del tribunal supremo que implique derogar una ley o una decisión del gabinete.
Las masivas protestas, que cada vez más se tornan violentas, así como el rechazo masivo de los militares y reservistas de distintas ramas de fuerzas armadas a servir en el ejército, han creado de hecho, la “peor crisis” en Israel desde su creación, algo que ha puesto a este régimen en camino de una implosión y una “guerra civil”.
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