Naomi Sasson, jefa de la oficina de Bennett desde 2016, dimitió el lunes, uniéndose así a Shimrit Meir y el jefe del gabinete Tal Gan-Tzvi —otros dos asesores del premier israelí— que abandonaron el frágil gabinete de coalición.
“Ella ha sido de gran ayuda para mí y ahora —como un padre orgulloso— estoy emocionado por ella porque ha llegado el momento para que extienda sus alas hacia nuevos desafíos”, escribió Bennett en su cuenta de Twitter en reacción a la renuncia de Sasson.
El premier israelí optó por cubrir dos de dichos puestos, nombrando el mismo lunes a Eden Bizamn como jefe de gabinete, y a Keren Hajioff como asesor principal de asuntos exteriores, según anunció la oficina del primer ministro.
Esto mientras el gabinete de Israel se enfrenta a varios desafíos que amenazan su disolución, pues está formado por una coalición de varias facciones que pugnan para lograr un equilibrio.
A mediados del mes en curso, el gabinete de Bennett quedó en minoría en el parlamento israelí, después de que Ghaida Rinawie Zoabi, diputada árabe del partido Meretz, retirara su respaldo al gabinete.
De hecho, tras la salida de Rinawie Zoabi, la alianza de ocho partidos en el poder quedó con 59 curules en el hemiciclo, de un total de 120. No obstante, la diputada revirtió posteriormente su decisión con el argumento de evitar la caída del gabinete.
Con anterioridad había renunciado la derechista Idit Silman, del partido Yamina, con lo que la coalición gobernante perdió su mayoría parlamentaria.
Toda esta incertidumbre ha despertado la posibilidad de nuevas elecciones parlamentarias, a menos de un año de las votaciones en las que Bennett ganó el cargo.
El gabinete de coalición asumió en junio de 2021 después de apartar a Benjamín Netanyahu del poder tras 12 años consecutivos como primer ministro.
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