El canciller israelí, Yair Lapid, inauguró el jueves junto a su homólogo bareiní, Abdul Latif al-Zayani, la embajada del régimen de Israel en Manama, mientras manifestantes rechazaban la medida en las afueras de la ciudad.
“Hoy inauguramos y abrimos oficialmente la embajada de Israel en Baréin”, ha celebrado Lapid en su cuenta de Twitter. También ha señalado que este gesto “simboliza la cooperación política” entre las dos partes.
Previamente, Lapid se reunió con el rey bareiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, en lo que se considera el primer encuentro público entre el monarca y un funcionario israelí. También mantuvo un encuentro con Salman bin Hamad Al Jalifa, el primer ministro y príncipe heredero.
La embajada se encuentra en la planta 29 del Centro de Comercio Mundial de Baréin. El veterano diplomático Eitan Na’eh ha sido elegido para ser el primer embajador del régimen israelí en el país árabe del Golfo Pérsico, aunque su nombramiento aún no ha sido confirmado. Las partes acordaron que Baréin abriría una embajada en los territorios ocupados por Israel a finales de año.
El acto ha sido rechazado por buena parte de la nación bareiní, que lo considera una traición a su relación de larga data con los palestinos. A las afueras de la capital, grupos de personas se congregaron para protestar, por lo que las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en algunas zonas que conectaban la ciudad con el aeropuerto, ha informado la cadena Al Jazeera.
Por su parte, el líder bareiní, sheij Isa Qasem, condenó en su cuenta en Twitter la visita de Lapid a su país y, además de tachar de despreciable traición la normalización de lazos con el enemigo sionista, dijo que suponía una de las guerras políticas del régimen de los Al Jalifa contra el pueblo bareiní.
Lapid aterrizó en Manama el jueves por la mañana en lo que ha sido la primera visita ministerial al reino insular desde que se establecieron formalmente las relaciones bilaterales el año pasado.
La misma jornada también ha despegado el primer vuelo comercial entre la capital bareiní y Tel Aviv.
La polémica decisión de los Al Jalifa ha convertido a Baréin en el cuarto país árabe, y el segundo del Golfo Pérsico, en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto (1979) y Jordania (1994). Tras ello, Sudán y Marruecos firmaron también los pactos similares con el régimen israelí.
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