En su cuenta en Tiwtter, el líder bareiní, sheij Isa Qasem, condenó la visita de este jueves de Yair Lapid a su país que se produce un año después de que el régimen de Tel Aviv y el reino árabe normalizaran sus relaciones diplomáticas pese al rechazo categórico del pueblo de Baréin.
“La despreciable traición de la normalización con el enemigo sionista es una de las guerras políticas del gobierno en Baréin contra el pueblo acompañada con intimidación, empobrecimiento, encarcelamiento, desplazamiento, humillación, marginación y robo de derechos. Dios ayude a este pueblo”, manifestó el máximo clérigo chií.
El sheij Isa Qasem advirtió que Baréin insiste en su identidad frente a la política de su gobierno, y la resistencia se prolongará, ya que, a su juicio, ésta es una fatídica batalla de identidad.
Tras llegar a Manama, Lapid ha considerado su visita oficial a Baréin como un viaje “histórico”. Es la primera visita de un ministro israelí a este Estado del Golfo Pérsico.
En la agenda del canciller israelí figura la inauguración de la embajada de Israel en la capital bareiní y la firma de varios acuerdos bilaterales.
Además, este jueves ha despegado el primer vuelo comercial entre la capital bareiní y Tel Aviv.
La polémica decisión de los Al Jalifa ha convertido a Baréin en el cuarto país árabe, y el segundo del Golfo Pérsico, en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto (1979) y Jordania (1994). Tras ello, Sudán y Marruecos firmaron también los pactos similares con el régimen israelí.
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