De acuerdo con la ONU, en estos momentos, al menos 22.000 terroristas extranjeros se encuentran en Irak y Siria, mientras que cerca de 6500, en Afganistán, Paquistán, Yemen, Libia y Somalia.
Grupos takfiríes, como EIIL (Daesh, en árabe), financiados por el Occidente, se han beneficiado de la inestabilidad de países como Irak y Siria, donde realizar sus actividades es más fácil e incluso la oportunidad de entrenar nuevos elementos con menos preocupación de alertar a las fuerzas de seguridad.
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