El periódico New York Times, en un artículo publicado el domingo al respecto, interpretó este gesto como una aparente muestra del descontento que siente el rey Salman con la Administración del presidente estadounidense, Obama por intentar establecer relaciones con Irán.
Apenas dos días antes del nuevo aviso, el viernes, un portavoz de la Casa Blanca anunció que el rey saudí, vendría para celebrar consultas sobre una amplia gama de cuestiones bilaterales y regionales con el mandatario norteamericano.
Cuando un socio cercano dice que tiene cosas mejores que hacer en vez de ir a Camp David para reunirse con el presidente Obama, muestra que los dos Gobiernos que durante décadas han compartido objetivos en Oriente Medio, se están alejando”, especificó Alterman

El vicepresidente del Centro estadounidense de Estudios Estratégicos e Internacionales, Jon Alterman, quien fue consultado por el periódico al respecto, aseguró que este cambio de postura saudí podría ser una señal de alarma para la Casa Blanca.
“Cuando un socio cercano dice que tiene cosas mejores que hacer en vez de ir a Camp David para reunirse con el presidente Obama, muestra que los dos Gobiernos que durante décadas han compartido objetivos en Oriente Medio, se están alejando”, especificó.
Lo que salta a la vista, es que ambas partes insisten en que la ausencia de rey saudí en la cumbre de Camp David, no es un gesto político, mientras los expertos indican que este podría ser un primer paso para el desenlace de las relaciones entre Arabia Saudí y Estados Unidos.

Según estos expertos, los problemas principales entre los dos países se derivan de cuatro puntos; el acuerdo nuclear con Irán, surgimiento del grupo terrorista de EIIL (Daesh, en árabe) en la región, el despertar islámico y sus consecuencias en la zona y los cambios ocurridos en el mercado mundial de la energía.
Otro motivo de resentimiento del saudí podrían ser los comentarios que Obama hizo recientemente en una entrevista con The New York Times, donde dijo que aliados como Arabia Saudí deberían estar preocupados por las amenazas internas, la situación que viven sus pueblos en vez de dedicarse a asuntos de otros países.
Aun así, los expertos especificaron que las consecuencias de este desenlace para Arabia Saudí serían mucho más grave que para Washington, subrayando el hecho de que Riad no tiene muchas otras opciones ni una asociación estratégica alternativa viable con un poder mundial como Moscú o Pekín.
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