La pugna por el poder en Libia sigue en un limbo de dos fracciones, atrapadas en una batalla por ganar el control del banco central y los ingresos petroleros del país.
El gobierno de Bengasi no especificó por cuánto tiempo podrían cerrarse los yacimientos petrolíferos. Ante los actuales anuncios del corte de operaciones de crudo, la Corporación Nacional Petrolera, ente que controla esos recursos de Libia, inicialmente ha mantenido silencio sobre la decisión anunciada desde el este del país.
Otras filiales, como Waha Oil Company, anuncian la intención de reducir gradualmente la producción y advierten sobre un cese total de la producción citando "protestas y presiones".
Según cifras conservadoras, las producciones de crudo libio superan los 400 mil barriles por día, destinados a la exportación. La mayoría de los yacimientos petrolíferos de Libia se encuentran en el este del país, un importante productor de petróleo, se bambalea en la inestabilidad desde un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011. Luego en 2014 se dividió en dos facciones: la oriental y la occidental.
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