Grupos de derechos humanos dicen que las crisis actuales en Afganistán, son resultado directo del fracaso, o más bien de la desidia de las fuerzas de EE.UU. en realizar su objetivo principal, que es la lucha contra el terrorismo.
EE.UU. invadió Afganistán el 7 de octubre de 2001, como parte del llamado “Nuevo orden mundial” de Washington, hace 17 años.
La ofensiva sacó pronto a los Talibán del poder, y trajo esperanza y alegría para los afganos. Los ciudadanos creían que se iban a materializar los objetivos de esta invasión, que fueron luchar contra el terrorismo, terminar con el tráfico de drogas y mantener la estabilidad de Afganistán.
Asimismo, los analistas indican que la continúa crisis en Afganistán, es el resultado directo de la presencia militar de 17 años de EE.UU. en el país asiático, debido a los planes secretos de Washington.
La guerra en Afganistán es la más larga en la historia de EE.UU., con un coste de casi 1 billón de dólares. Según las cifras oficiales, más de 2 mil 400 soldados estadounidenses han muerto, y unos 25 mil han resultado heridos desde el inicio de la invasión, en 2001.
Actualmente, unas 26 mil tropas foráneas, entre ellas 16 mil estadounidenses, están en Afganistán. Además, el número de grupos terroristas y de sus miembros se ha multiplicado. Según cifras conservadoras, más de 110 mil civiles han muerto. Según datos oficiales, estas pérdidas se estiman en 32 mil.
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